Si eres de los que el café les sabe muy amargo, presenta un color oscuro y le tiene que echar un par de azucarillos, seguramente estés tomando café torrefacto. Y cuál es el problema, te preguntarás. ¡Sigue leyendo este artículo y comenzarás a hacer una mejor distinción del café que tomas!
Estos tipos de café los podrás encontrar en cualquier restaurante que puedas pensar, actualmente los restaurantes cuentan con sistemas de pedidos online para restaurantes como Umappi, en caso de no tenerlo puedes avisarles y conseguir tener tu comida favorita con tu café en cuestión de minutos en casa.
Ahora, hablemos sobre la diferencia entre café torrefacto y natural.
Índice de contenido
¿Qué es el café natural?
Previamente a conocer la diferencia entre café torrefacto y natural, deberemos aclarar en qué consiste este último.
El café natural es aquel que simplemente se recolecta y se tuesta. Nada más. En el café natural, se pueden apreciar los diferentes matices, es suave y no tan amargo. Además, ofrece a quien lo bebe un aroma especial.
Suelen ser de variedad arábica (un café de mayor calidad y precio, que cuenta con un equilibrio perfecto entre sabor y cuerpo) o robusta.
¿Cómo se hace el tueste del café torrefacto?
Por su parte, el café torrefacto es una costumbre de nuestro país que se lleva utilizando desde la postguerra.
El café torrefacto es aquel que, durante el proceso de tueste, se le añade azúcar. Conforme se va calentando, el azúcar se va derritiendo, caramelizando y, finalmente, quemándose. Forma una capa exterior envolviendo el grano de café, que toma un tono muy oscuro.
Esta práctica, que ya la desarrollaban los mineros de Cuba, tiene su explicación en que se maximiza el producto y tarda más tiempo en echarse a perder. Además, se creía erróneamente que el azúcar ayuda a salvaguardar las propiedades del café. Algo que, en esos tiempos de escasez, era necesario.
El café que se obtiene como resultado es muy oscuro, amargo y muy fuerte, con un sabor a quemado.
El café de mezcla
Si hablamos de la diferencia entre café torrefacto y natural, también debemos nombrar a la otra opción muy consumida en España: el café de mezcla.
Muchos usuarios creen que el café de mezcla es un café elaborado por distintas variedades de café y orígenes para conseguir un café perfecto en cuanto a sabor y matices.
Al contrario, ignoran que el café de mezcla no es más que una combinación entre café natural y el torrefacto (tostado con azúcar).
Entonces, ¿cuál es la diferencia entre café torrefacto y natural? ¿Y cuál es mejor?
La diferencia entre café torrefacto y natural
Como ya se ha expresado, el café natural es el mejor, puesto que, en su proceso, se ha procesado a un nivel inferior. Se trata solo de café que se ha sometido a un proceso de tueste.
Por su parte, al café torrefacto se le añade azúcar (hasta un máximo de 15-20%) durante el proceso de tostado que, al calentarse, se quema y le da ese regusto amargo a la bebida.
Pero el café torrefacto tiene más cafeína
¡No! Esta es otra falsa creencia.
No por tener un sabor más amargo y fuerte, el café torrefacto cuenta con unos niveles más altos de cafeína. De hecho, es al revés. Se encuentra mayor nivel de cafeína en el café natural.
Razones por las que prescindir del café torrefacto
Como vemos, el café torrefacto (y con él, el café de mezcla) es una bebida que debería desaparecer. A pesar de que el café de especialidad está tomando terreno, hay una gran preferencia por el café torrefacto en nuestro país tanto a en el sector hostelero como en lo doméstico, ya sea por tradición, ya sea por ignorancia.
No obstante, otra diferencia entre café torrefacto y natural que encontramos es que, si prescindimos de este café, podremos descubrir los matices de un buen café y apreciar todas sus características organolépticas.
Al ser tan amargo, el café torrefacto debe tomarse con uno o dos azucarillos. En el caso del café natural, no es necesario añadirlo. Por eso, está es otra de las razones: prescindir de esa ración extra de azúcar.
Esperamos que este artículo sobre la diferencia entre café torrefacto y natural te haya servido para saber qué tipo de café escoger la próxima vez.