Sumérgete en el fascinante mundo del café, donde te espera Flat White coffee, una joya culinaria surgida de las tierras australes de Australia y Nueva Zelanda.
Esta bebida se ha convertido en una elección predilecta para los aficionados al café de especialidad de todo el mundo, alentando a las personas a buscar esa taza perfecta que armoniza la fuerza del espresso con la cremosidad de la leche vaporizada.
La distinción del Flat White yace no solo en su sabor, sino también en la técnica meticulosa que se emplea para crear esta obra maestra en una taza. Aquí te contamos todo lo que necesitas saber sobre este nuevo café.
Índice de contenido
¿Qué es un café Flat White?
El encanto del Flat White radica en su sutil equilibrio y su delicado arte. Pero, ¿qué es un Flat White y cómo se diferencia de otras opciones de café que podrías pedir o preparar?
El Flat White se caracteriza por la suave mezcla de espresso y leche vaporizada, generando una bebida que es tanto robusta como cremosa.
Al pedir un Flat White en una cafetería, o incluso al hacerlo en casa, buscas esa textura aterciopelada, esa capa sutil de microespuma que hace que cada sorbo sea un lujo. No es simplemente un café, es una experiencia.
Y como amante del café, tu búsqueda de esa taza perfecta de Flat White es tanto un arte como una ciencia, donde cada detalle, desde los granos hasta la técnica de preparación, cuenta de manera significativa.
Pero no te preocupes, la esencia del Flat White también puede ser capturada en tu hogar, con un poco de práctica y conocimiento.
Historia del Flat White Coffee
El Flat White es una bebida que ha crecido en popularidad en todo el mundo durante el último lustro, pero su historia se remonta a las cafeterías de los años 80 en Nueva Zelanda y Australia. Aunque existe controversia respecto a cual de los dos paises invento este tipo de café, lo cierto es que se ha convertido en una bebida icónica en ambos paises. Este forma de preparar el café surgió para cubrir la necesidades de los ciudadanos australianos y neozelandeses de un café más fuerte y menos espumoso que el cappuccino tradicional.
Durante esos años y gracias los italianos que emigraron durante la Segunda Guerra Mundial, la cultura del café estaba creciendo mucho en ambos paises. Los baristas comenzaron ha a experimentar con distintas formas de preparar el café, buscando el equilibrio perfecto entre la intensidad de un espresso y una espuma fina que mantenga el sabor de este sin diluirlo. ¿El resultado de este experimento? El Flat White.
El Flat White se convirtió en el café favorito de los amantes del café locales, y con el paso de los años su fama se extendió más allá de las costas australianas y neozelandesas
¿Por qué es tan popular el Flat White?
La popularidad del Flat White se debe a su capacidad para ofrecer una experiencia de café refinada, que satisface tanto a los puristas del espresso como a los que prefieren un café más suave y a diferencia de otros tipos de café, sin que la leche o la espuma diluyan el sabor real del café.
La versatilidad y su atractivo visual ha permitido que este café gane popularidad. Un aspecto importante que ha contribuido a aumentar su atractivo, son los diseños de arte que los baristas crean en la leche. Este factor ha sido clave para su internacionalización, especialmente en un mercado donde la estética es casi tan importante como el sabor.
Finalmente, su introducción en los menús de franquicias de cafeterías de gran renombre internacional ha impulsado a el Flat White como una opción de café moderna y de alta calidad.
Diferencias con los cafés más comunes
En el rico y variado panorama de las bebidas de café, el Flat White se ha establecido como una opción suave y equilibrada, pero ¿cómo se distingue exactamente de otros cafés?
A continuación, te lo explicamos.
Cortado vs Flat White
En tu búsqueda del café perfecto, te puedes encontrar con diversas opciones, cada una con su propio encanto y personalidad. Tomemos, por ejemplo, la diferencia entre un cortado y un Flat White.
Mientras que un cortado es expreso con una pequeña cantidad de leche caliente para reducir su acidez, el Flat White equilibra su intensidad con una porción más generosa de leche, generando una experiencia de sabor más redondeada y suave.
La técnica detrás del Flat White permite que la leche y el café interactúen de una manera hermosa, creando una bebida que es tanto rica como refrescante, sin perder la robustez del expreso.
Flat White vs Cappuccino
Comparado con un capuchino, que se destaca por su triple de expreso, triple de leche vaporizada y triple de espuma, el Flat White ofrece una experiencia menos “espumosa” y más cremosa, con una proporción de leche a café que es suave y equilibrada.
Esencialmente, el Flat White te seduce con su suavidad y equilibrio, dándote una pausa refrescante en medio de un día ajetreado.
Flat White vs Latte
Un latte, o café con leche, tiende a tener más leche y menos espuma, entregando una bebida más ligera y suave en sabor. Mientras que un Flat White te ofrece un encuentro más profundo con el espresso.
La rica crema del espresso en un Flat White juega un papel más destacado, brindándote un perfil de sabor que es a la vez intenso y equilibrado. Cuando buscas un impacto de café más pronunciado, pero con la levedad de la leche, el Flat White se convierte en tu aliado perfecto.
¿Cómo hacer café Flat White en casa?
La idea de preparar este exquisito café con nuestras propias manos, controlando cada detalle desde la molienda del grano hasta la sedosa textura de la leche, puede transformar nuestros momentos de café en un ritual pleno de satisfacción y placer.
Seguidamente, te facilitamos las claves para que puedas hacerlo brillar en tu propia cocina.
Ingredientes
Enamorarse del Flat White es fácil, pero recrear esta joya en tu hogar requiere atención a los ingredientes que eliges.
- Café en grano: Preferiblemente de un origen y tueste que sea de tu gusto, para que el espresso tenga el sabor y la fuerza que prefieres. Con unos 15 o 20 gramos es suficiente.
- Agua: Idealmente filtrada para obtener un espresso limpio y libre de impurezas o sabores adicionales.
- Leche entera: Es fundamental para lograr una textura cremosa y una espuma suave al vaporizarla. Entorno a unos 120 ml.
- Azúcar (opcional): Algunas personas prefieren añadir un toque dulce a su Flat White.
- Sirope de vainilla (opcional): Para quienes deseen añadir un toque aromático y diferente a su bebida.
Preparación
La preparación del Flat White en casa es tanto un arte como una técnica. Te contamos paso a paso como hacer un delicioso Flat White.
1
Moler los granos de café
Asegúrate de que la molienda es fina, similar a la sal de mesa.
2
Preparar el expreso
Utiliza una máquina de expreso y extrae alrededor de 30 ml para un solo simple o 60 ml para un doble.
3
Vaporizar la leche
Selecciona la leche e inserta el vaporizador en la leche fría, procurando crear una textura suave y aterciopelada, sin burbujas grandes. La temperatura ideal de la leche debe rondar los 60-65 °C para mantener su dulzura natural.
4
Mezclar
Vierte el expreso en tu taza y, seguidamente, añade la leche vaporizada. La proporción ideal es de 1:2 (un solo de café por cada dos partes de leche).
5
Arte latte
Es un paso opcional. Si deseas, puedes intentar hacer un diseño simple con la leche al verterla, como un corazón o una roseta.
6
Añadir aditivos
Este paso también es opcional. Si prefieres dale un toque dulce, añade azúcar o edulcorante. Incluso puedes echar unas gotas de sirope de vainilla.
7
Saborear el Flat White
Tómate un momento para disfrutar de tu Flat White recién preparado.
Mientras te tomas ese primer sorbo de Flat White hecho en casa, recuerda: este es solo el comienzo de una bella aventura en el mundo del café.
En Cafés El Criollo, nos apasiona compartir y vivir cada nota, aroma y sabor de este mundo contigo.
